Corazón, te pedí que no te hicieras ilusiones. Locura, te dije que no actuaras con impulsividad. Razón, debiste gritar más fuerte. Conciencia, deja de recriminarme, se que cometí un error.
Conciencia, en serio pensé que esta vez funcionaría, que sería diferente, que todo cambiaría. Pero como siempre volví a caer. Volví a tropezar con la misma piedra, con la misma mirada, con las mismas palabras. Como si todo se repitiera, mi mente se va a otro lugar perdido en el tiempo, como si alguna vez todo hubiera sido mejor, como si algunas vez el nudo en mi estomago hubiera sido más brillante. Perdón, se que debí preverlo, es sabido que la gente no cambia fácilmente. Sin seguir mi consejo le pido peras al olmo, exigiéndole que me de lo que no me va a dar, rogando por un sentimiento inexistente, por seguridad que no me brindará. Y yo, aquí, engendrando mariposas en mi estomago, sentenciadas a morir sin poder ver la luz de un nuevo amor.
Pero todo es tu culpa, Corazón. Me tiré a tus pies y te imploré que no me hicieras sufrir. Cuando en el pasado te rompiste me prometiste que no volverías a mirar a aquella persona. Y ahora me traicionas, como siempre, sin cumplir lo que me juraste. Ahora estás lastimado, otra vez, herido por las palabras dichas y las no dichas, llorando por las acciones que no hizo y las escenas que se salto, temeroso de un futuro incierto, del cual es posible que salgas más herido todavía. Y aún así sigues latiendo, sigues admirando una imagen, sigues amando a un ser, sigues deseando su presencia y su ser, aún así confundes mis pensamientos, metiéndote donde no debes, haciéndome dudar, obligándome a actuar.
No lo sé, no sé si me gusta o si no, si lo quiero o no. Tal vez sea sólo la imagen que representa, tal vez mis sentimientos nacieron gracias a los suyos. No estoy segura de que me agrade, extrañaba su extraña forma de ser pero eso no significa que me guste. Es una confusión entre la amistad y el amor, como si deseará ser algo más pero sin dejar de lado la amistad.
Razón, ¿Porqué te callaste cuando más te necesitaba? Cuando necesitaba que alguien me guiara no estuviste ahí. Dejastaste de hacer guardia a mis sentimeintos y dejaste que escaparan. Pudiste haberme gritado, pudiste haber dejado de lado al corazón e ignorarlo. Ahora mi corazón y yo estamos heridos, mi ser llora por un amor correspondido. ¿Porqué no me avisaste que él no era el indicado? Que no somos compatibles, que no congeniamos.
No llores corazón, es tan solo una persona más, algún día la olvidaré, algún día se irá. No me duele tanto perder a la posible pareja que perder al amigo que nunca lo fue, a la imagen de amigo que tenía de él, al buen compañero que pudo ser.

No hay comentarios:

Publicar un comentario